Es difícil concebir una película desde el silencio. El silencio, claro está, entendido desde su concepto zen, desde el budismo y su forma metafísica de comprender la realidad. Para captar mejor las intenciones ocultas en Hierro 3, hay que saber también que antes de ser cineasta, Kim Ki-Duk se dedicó a la pintura, y ejerció de acolito en un templo budista de su país, en Corea del Sur. A partir de estas dos claves, ya podemos reconocer gran parte de sus obsesiones estéticas y conceptuales, donde se mezclan sutilmente ideas, pasiones, fundamentos y técnicas visuales, además de fuertes temáticas donde se pone en duda el funcionamiento habitual de la sociedad. Quizá esto es más notorio en otras de sus obras, pero en Hierro 3 permanece latente y pasaré a explicarlo.
Kim Ki-Duk es un director sumamente detallista, y debe serlo para lograr obras tan complejas sin recurrir en excesivo al diálogo. Pareciera que la palabra es lo que menos le importa, poniendo especial énfasis en los silencios y los aspectos más visuales de la producción. Al apuntar esto, no me refiero a "efectos especiales", sino a los movimientos, los gestos faciales y los corporales, la emotividad de los personajes y su curiosa forma de relacionarse, que acaban por darle sentido y vida a esta película. Porque Hierro 3 es un film rico en poesía y expresión visual, donde las palabras salen a flote solo por necesidad máxima, dando cuenta de sentimientos puros que se demuestran con hechos, y luego se reafirman con palabras (y no al revés). Esto resulta ser una suerte de entrañable lección religiosa para la humanidad, en especial para los amantes, para aquellos que solo buscan en los obsequios y en lo material una forma de expresar cariño, demostrando lo infértil y vano que es en realidad intentarlo así, cayendo a veces en una costumbre subyugada al consumismo.
Fuera de lo anterior, la historia ideada por el autor goza también de mucha originalidad. Tae-Suk (Jae Hee) es un hombre solitario que vive ocupando casas deshabitadas. Su forma de hacerlo es colgando folletos en las cerraduras de las puertas, ya que si no lo retiran durante un tiempo significa que no hay nadie en casa y puede ocuparla temporalmente. Es así como conoce a Sun-Hwa (Lee Seung-Yeon), una temerosa muchacha que en su tiempo fue modelo, pero que acabó siendo la sombra de un marido prepotente y abusivo, que la mantiene encerrada en su ostentoso hogar. Tae-Suk entra allí valiéndose de sus métodos habituales, y al conocer a la muchacha siente la necesidad de protegerla. Es así como sus destinos se unen y Sun-Hwa se escapa con el joven, iniciando una silenciosa odisea por la gran ciudad, donde ambos comienzan a aprender del otro fundiendo sus soledades, convirtiéndose así en dos fantasmas indivisibles que encuentran en el amor su forma de trascender y mantenerse vivos, transformándolo en un lenguaje de expresión original que no necesita la intervención de la palabra.
De esta manera, Kim Ki-Duk logra una cinta rebosante de emociones, de un lirismo y un simbolismo propios de la cultura oriental, donde se dejan ver importantes detalles que, por muy mínimos que sean, cobran un protagonismo mucho mayor que el diálogo, devolviéndole al cine su visualidad más pura. De esta manera se concreta una película muy singular y amena, donde hasta el mismo nombre resulta ser una pista para su total entendimiendo. El autor señala:
"El título internacional de esta película es HIERRO 3. La gente que juega al golf sabe que hierro 3 es el palo menos usado. Imaginémonos un hierro 3 en una cara bolsa de golf de piel, pero que se usa muy pocas veces, con otra imagen en paralelo, la de una persona abandonada o la de una casa vacía. Al mismo tiempo, Tae-suk utiliza un hierro 3 como herramienta para rescatar a Sun-hwa, y eso también significa un cambio lleno de esperanza"
Esa es la explicación que el director da, otorgándole un sentido especial a la escena donde el protagonista escapa con la muchacha, iniciando ambos una nueva vida juntos. Ojalá al verla ustedes hayan conseguido (o lo consigan, si aún no la ven) recrear el caluroso mundo de Kim Ki-Duk, con todo lo que eso conlleva, encontrando en él un lugar donde la realidad y los sueños se funden dando origen a la frase final del film, que refleja poéticamente las intenciones más artísticas del autor:
"Es difícil saber si el mundo en que vivimos es sueño o realidad"
Jae Hee |
Kim Ki-Duk es un director sumamente detallista, y debe serlo para lograr obras tan complejas sin recurrir en excesivo al diálogo. Pareciera que la palabra es lo que menos le importa, poniendo especial énfasis en los silencios y los aspectos más visuales de la producción. Al apuntar esto, no me refiero a "efectos especiales", sino a los movimientos, los gestos faciales y los corporales, la emotividad de los personajes y su curiosa forma de relacionarse, que acaban por darle sentido y vida a esta película. Porque Hierro 3 es un film rico en poesía y expresión visual, donde las palabras salen a flote solo por necesidad máxima, dando cuenta de sentimientos puros que se demuestran con hechos, y luego se reafirman con palabras (y no al revés). Esto resulta ser una suerte de entrañable lección religiosa para la humanidad, en especial para los amantes, para aquellos que solo buscan en los obsequios y en lo material una forma de expresar cariño, demostrando lo infértil y vano que es en realidad intentarlo así, cayendo a veces en una costumbre subyugada al consumismo.
Lee Seung-Yeon |
Tae-suk y Sun-Hwa. |
"El título internacional de esta película es HIERRO 3. La gente que juega al golf sabe que hierro 3 es el palo menos usado. Imaginémonos un hierro 3 en una cara bolsa de golf de piel, pero que se usa muy pocas veces, con otra imagen en paralelo, la de una persona abandonada o la de una casa vacía. Al mismo tiempo, Tae-suk utiliza un hierro 3 como herramienta para rescatar a Sun-hwa, y eso también significa un cambio lleno de esperanza"
Esa es la explicación que el director da, otorgándole un sentido especial a la escena donde el protagonista escapa con la muchacha, iniciando ambos una nueva vida juntos. Ojalá al verla ustedes hayan conseguido (o lo consigan, si aún no la ven) recrear el caluroso mundo de Kim Ki-Duk, con todo lo que eso conlleva, encontrando en él un lugar donde la realidad y los sueños se funden dando origen a la frase final del film, que refleja poéticamente las intenciones más artísticas del autor:
"Es difícil saber si el mundo en que vivimos es sueño o realidad"
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Gracias, la voy a abajar, parece buena.
ResponderEliminarUn bloogazo!! Una inspiracion para un profano del cine como yo!!
ResponderEliminarwow, tú página es increíble... sólo tengo una duda, ya que por más que busco no encuentro. Las películas están en idioma original con subtítulos?
ResponderEliminarEn realidad, somos dos los que mantenemos vivo este blog (Chaplino y Monotonysucks) con hartas ganas y entusiasmo. Es un honor para nosotros sus visitas a la página y obviamente que participen acá.
ResponderEliminarLa mayoría de las películas están en idioma original y con los subtítulos correspondientes (adjuntos al archivo o incorporados al video). Creo que sería bueno especificar eso. ¡Gracias y saludos!