Latinoamérica tiene varias producciones que han pasado desapercibidas o que no han recibido la masificación que naturalmente esperaríamos. Podríamos decir que esto sucede porque estamos hartos del cine basura a que nos tienen acostumbrados: escenas de sexo en vano, insultos desmesurados y la mayoría de las veces abordando un tema político con tintes de resentimiento. Por todo esto y más, es que creo que el cine latinoamericano queda relegado a un segundo plano, privilegiando y absorbiendo lo que nos llega de Gringolandia o Europa. Si eso es bueno o malo, queda a juicio de cada persona.
Indudablemente el séptimo arte es transversal. No tiene color, bandera ni nación, y mi intención no es realizar un ranking en donde se separe por país las grandes creaciones del cine, para nada. Tan solo deseo fomentar la apreciación de películas de este lugar del mundo, que no tiene nada que envidiarle al viejo continente.
Marcos y Juan. |
Podríamos decir que el país vecino de Argentina es el máximo exponente en Latinoamérica. Es una envidia sana la que rodea mi mente al divisar que al otro lado de la cordillera está arraigada la cultura cinéfila. Es envidiable y para aplaudir las grandes creaciones que han salido desde allí: Hombre mirando al Sudeste (1986), El Juego de Arcibel (2003) y El secreto de sus ojos (2009), por nombrar alguna de ellas. Películas con un alto contenido en su trama, genialidades que logran pasar la brecha del entretenimiento. Quiero decir que no son películas para pasar el rato, sino que dejan un legado en el inconsciente colectivo de la sociedad. Creaciones que te dejan "craneando" una y otra vez. Según algunos críticos de cine, la mejor película trasandina de los años 90 y principios del 2000, es Nueve Reinas (2000), y a mi parecer no están tan equivocados.
Ricardo Darín y Gastón Pauls. |
Nueve Reinas es una genialidad por donde se la mire. Con un guión fresco y diálogos ágiles logra entretener y mantenerte pegado durante dos horas. Dicen por ahí que cuando algo es entretenido el tiempo se pasa volando, y eso es lo que ocurre con este film. Su director, Fabián Bielinsky, logró darle un nuevo aire a las películas de ladrones de poca monta, recurso ya archiconocido en la escena cinéfila.
La historia comienza cuando Juan (Gastón Pauls) ingresa a un servicentro a realizar una estafa a la cajera del lugar. Fortuitamente, se encuentra con el avezado usurero llamado Marcos (Ricardo Darín), después de haber llevado a cabo su cometido. Es allí donde estos dos maestros del crimen deciden unir sus fuerzas por un día, para ver si les resulta la alianza. Como si el destino estuviera coludido con ellos, les surge el negocio de sus vidas. El gran robo está por venir, pero no es tan fácil realizarlo. Tienen menos de un día para elaborar, sin cometer errores, su propia "gran estafa".
El espectador disfruta sin tener la menor idea de lo que ocurrirá. Eso es lo agradable de esta producción, que ni por más que lo intentes podrás predecir lo que sucederá al final. Es por esto y mucho más, que Nueve Reinas es una película que no debes dejar de ver.
Por Juan Pablo Hernández
Por Juan Pablo Hernández
Tengo una cita pendiente con "Nueve Reinas", una vez saldada prometo aportar mi opinión. Un saludo Pablo, te invito a seguir nuevamente mi blog que ya se encuentra activo.
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